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Aparcamos el coche en el primer aparcamiento junto a la rotonda de entrada de Gruissan.

Desde aquí comenzamos a correr por asfalto hasta que al cabo de 1 km éste se convierte en pista por la derecha y carril bici por la izquierda separados por una empalizada.

El carril es ancho y corredor y nos deja en una encruzijada en la que nosotros tomamos izquierda en un sendero de tierra pisada solo para peatones muy agradable para correr que le da la vuelta al Étang y que nos lleva hasta el pueblo de Gruissan.

En los últimos 300 m el sendero se llena de piedras y es más incomodo progresar.

Llegados a Gruissan giramos a izquierda tomando el paseo de asfalto liso y mas tarde de gravilla compacta que nos vuelve a dejar junto al carril bici y a la zona de aparcamientos.

La ruta es corta pero muy agradable y en días de viento es cómoda al ser circular.