Desde Lilongwe, tomamos la ruta hacia el Golf Club y desde aquí la carretera que ya no abandonamos.
Abandonamos el coche tras haber pasado la plantación cruzando el bosque. Junto a la aldea hay un puente de troncos que ya no se puede cruzar.
Aquí nace una senda que lleva directo a las cascadas. Solo hay que poner atención en seguir las flechas y ante la duda en los cruces, tomar siempre el que está a nuestra derecha.
Para bajar a las cascadas hay un par de pasos más complejos que salvan unos 5 m de desnivel pero que no necesitan equipo.