El domingo 3 de abril de 2016, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), publicó de forma simultánea en 78 países y sirviéndose del trabajo de 370 periodistas, una investigación de enormes proporciones sobre las conexiones de miles de personas y empresas con entidades inscritas en paraísos fiscales.
Esta publicación desveló que conocidos políticos, empresarios, deportistas, artistas y grandes corporaciones de 200 naciones, usaron paraísos fiscales para evitar pagar impuestos en sus países de origen con la ayuda de la compañía panameña Mossack Fonseca que asesoraba y gestionaba la creación de empresas opacas para sus clientes.
Bajo el nombre de “papeles de Panamá”, más de once millones y medio de documentos que cubren 40 años de actividad de la firma legal panameña fueron entregados por una fuente anónima a los periodistas Bastian Obermayer y Frederik Obermaier del diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Periodismo del siglo XXI
Este diario alemán compartió los archivos con el ICIJ para poder organizar una investigación global en la que cientos de periodistas trabajaron de forma coordinada y cooperativa durante un año.
Fundado en 1997, el ICIJ fue lanzado como un proyecto del Centro de Integridad Pública para extender el estilo de “periodismo de perro guardián”, watchdog journalism, concentrándose en historias de ámbito transnacional, corrupción y abuso de poder.
Los periodistas asociados a esta organización consultan fuentes al instante utilizando los métodos más avanzados en investigación, apoyándose en el centro de ordenadores del ICIJ y colaborando en red para extraer y contrastar los datos de sus investigaciones.
Usando estas técnicas, la información filtrada en los “papeles de Panamá” fue descodificada, categorizada y etiquetada digitalmente. Se creó una auténtica red social donde compartir los datos extraídos para, de forma colaborativa y trascendiendo diferentes medios internacionales, investigar de forma global y local su contenido.
Esta información fue procesada generando elementos multimedia de diversa índole, vídeos, infografías y campañas en redes sociales para crear el mayor impacto posible creando una base para que los medios nacionales y los ciudadanos de todo el mundo debatieran, aportaran y reprocesaran a su vez estos contenidos.
El ICIJ practica este estilo de periodismo “como una respuesta a las extraordinarias presiones a las que se ven sometidos los medios en la sociedad contemporánea, fruto de la globalización, que no permiten a estas informar adecuadamente sobre empresas contaminantes, redes criminales transnacionales o acciones de abuso de poder de gobiernos y empresas” según declaran en su sitio web.
Los “papeles de Panamá” son un fenómeno fruto de la sociedad en Red. Un periodismo de réplica a las grandes redes mediáticas que han cerrado sus redacciones en el extranjero, cortado sus presupuestos y desmantelado sus equipos de investigación por falta de recursos y porque su filiación con grandes grupos empresariales les impide informar de la forma que demandan los ciudadanos.
La propuesta del ICIJ y de otras organizaciones que defienden el llamado Periodismo 2.0 es realizar un periodismo colaborativo, sumando esfuerzos y recursos para alertar a los ciudadanos acerca de aquellos que desarrollan conductas ilegales. Se trata de un periodismo que se distancia de los poderes y los desafía en oposición a los “periodistas de propaganda”, como ellos los definen, afines a las élites económicas y poderosas.
No se trata solo de publicar la información. Se trata de un auténtico ejercicio de periodismo multiplataforma que integra elementos multimedia, se sirve de las redes sociales, fomenta la participación de la ciudadanía y se adhiere a las más altas normas de justicia, transparencia y precisión en los datos.
La sociedad Red al habla
Las redes sociales han nutrido al periodismo de nuevos espacios donde la inmediatez y la interacción han cambiado la forma en la que los periodistas se relacionan con la audiencia. Los usuarios son quienes deciden cuándo, cómo y dónde deben informar.
A raíz de la publicación de los “papeles de Panamá”, la reacción ciudadana a nivel global ha tenido gran repercusión en las redes sociales y en última instancia, en las calles.
En menos de una semana, la etiqueta #panamapapers experimentó un aumento de búsquedas en Google del 4200 % solo en Estados Unidos. El término Facebook Panamá tuvo un “aumento desmesurado” en el sitio de medición de tendencias de Google Trends. Estos porcentajes se repitieron en más de doscientos países en el plazo de quince días.
En Islandia, miles de ciudadanos se citaron mediante las redes sociales en Reikiavik para manifestarse frente al parlamento donde pidieron la dimisión del primer ministro a raíz de su implicación con una sociedad en las islas Vírgenes Británicas.
El 15 de abril, el primer ministro islandés, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, dimitía.
De la misma manera, y usando la etiqueta #ResignCameron, miles de manifestantes del Reino Unido pidieron la dimisión del primer ministro británico, James Cameron, y la aplicación de leyes reguladoras para los paraísos fiscales de este país.
El 6 de abril, abrumado por la presión ciudadana, Cameron se comprometía a regular los paraísos fiscales del Reino Unido para que se adhirieran a las mismas políticas que rigen el resto de territorio británico.
Twitter fue también el medio elegido por el banco francés Société Générale, que según los “papeles de Panamá” habría creado 979 sociedades con ventajas fiscales en el extranjero, para emitir dos comunicados desmintiendo estas informaciones al día siguiente de la publicación.
Usando esta misma red, el colectivo antiglobalización Attac, se organizó para bloquear el acceso a varias sucursales de referencia del banco en la capital francesa.
En una cultura de la información constante, la publicación de los “papeles de Panamá” rompe con la tradicional idea de audiencia pasiva como dato de cuota de pantalla o tráfico en un sitio web. La audiencia no solo comparte la información sino que reacciona en las redes y se moviliza en las calles.
Recogiendo los postulados de Wikileaks, el ICIJ practica un periodismo de datos que facilita al lector las bases informáticas que fundamentan las noticias liberando archivos y desarrollando aplicaciones para convertirlos en estadísticas, datos y mapas interactivos.
Animando a sus redactores a elaborar relatos personalizados que conecten con los usuarios, el ICIJ, con la publicación de los “papeles de Panamá”, se separa del “periodismo de marketing” que busca una audiencia pasiva sin capacidad de separar entre información y publicidad y busca una audiencia interactiva y con criterio.
La audiencia está participando y demandando información veraz sobre temas relevantes, siendo activa al alimentar la aparición de medios y periodistas que, con prácticas y miradas diferentes, pretenden recuperar el sentido de responsabilidad social a la hora de informar. Si bien el ruido en la red se multiplica, asistimos también al desarrollo de una comunicación más horizontal, participativa y orientada al cambio social, el periodismo 2.0.
Del periodismo 1.0 al periodismo 2.0
El caso de los “papeles de Panamá” nos ha dejado también ejemplos de cómo difiere el arquetipo de comunicación de los medios tradicionales al del nuevo periodismo en esta sociedad de transición entre ambos modelos.
El 14 de abril, el rotativo francés Le Monde, denunciaba que el diario de referencia argentino La Nación (ambos miembros del ICIJ) habría ocultado informaciones relativas a la relación con empresas ubicadas en paraísos fiscales del presidente Macri, muy apoyado en su candidatura por el periódico y por el director del mismo, Luis Saguier, también mencionado en los “papeles de Panamá”.
En las redes sociales argentinas, los ciudadanos indignados con las revelaciones del diario galo, comenzaron a compartir esta información hasta llamar la atención de los grandes medios. La valoración pública de Macri caía hasta 27 puntos días después de la publicación de Le Monde.
La posibilidad de que los ciudadanos manifiesten de modo inmediato y casi simultáneo su acuerdo o desacuerdo con determinada información u opinión, de que cuenten con la posibilidad de ampliarla, corregirla y cruzarla con otras, de seguir con entusiasmo las propuestas de los expertos reales en múltiples temas, convierte al periodismo 2.0 en una poderosa herramienta distinta a las usadas por los medios de comunicación tradicionales.
En una redacción periodística tradicional, los textos suelen estar sujetos a diferentes filtros y en algunos casos se realizan deformaciones intencionadas e interesadas de la realidad con fines variados como puede ser agradar a un lector políticamente afín o encubrir y endulzar la realidad de una empresa que financia al medio de comunicación a través de publicidad.
El periodismo 2.0 utiliza mecanismos completamente distintos que facilitan que el público conozca el trabajo de los periodistas y el proceso de elaboración de las informaciones. Se divulgan aspectos tales como las decisiones para seleccionar los hechos que integran el menú informativo, el uso del off the record, el alcance y la naturaleza de la edición de los contenidos y las razones por las que ciertas noticias se incluyen o se omiten en la agenda.
Kovach y Rosenstiel (2003) consideran que Internet ha provocado un cambio en la función de los informadores, ya que “los periodistas ahora no deciden qué noticias ha de conocer el público, sino que ayudan a que la audiencia las entienda y las interprete”.
El periodismo 2.0 abre la puerta al periodismo ciudadano, cercano, sencillo y didáctico que hace un uso extensivo de elementos textuales y audiovisuales.
Como sostiene Mario Tascón (2012), “los periodistas ya no pueden limitarse a contar historias, pues el verdadero trabajo comienza después, debatiéndolas, explicándolas y actualizándolas”.
El caso de los “papeles de Panamá” ejemplifica también cómo están cambiando las fuentes de financiación de los medios de comunicación.
La llegada de las nuevas tecnologías de comunicación (medios nacidos en la Red, redes sociales con una nueva capacidad de alcance e inmediatez) junto con la merma de ingresos publicitarios y suscripciones ha producido una crisis en los medios de comunicación tradicionales.
La forma de interaccionar con los lectores y estar presentes de forma activa y estratégica en las redes y medios sociales permite a los nuevos medios obtener ingresos mediante formatos novedosos de publicidad o fórmulas de micromecenazgo, como en el caso del ICIJ, que a los grandes grupos mediáticos les están vetadas por su estructura.
En el periodismo 2.0 no existe esta estructura tradicional en la edición de la información. El periodista utiliza sus propios canales y se convierte en un comentarista que aporta su visión de la realidad sin cortapisas, sin presiones y sin establecer un orden jerarquizado en la publicación de sus artículos.
El periodismo 2.0 se basa en los cimientos de las radios comunitarias nacidas a mediados del siglo pasado como un instrumento ciudadano al servicio de la libertad de expresión y del derecho a la información que respondiera a la mercantilización de los medios.
Actualmente, gracias a las tecnologías de la sociedad Red que generan contenido constante, los reporteros, los editores y la audiencia se encuentran a un mismo nivel.
Ahora, al mismo tiempo, se es lector y escritor. Los medios ya no tienen la exclusividad sobre la información pues el ciudadano, aportando sus experiencias personales puede formar parte de ese proceso de creación.
Voces críticas acusan al periodismo ciudadano de falta de validez de la información y la capacitación de los periodistas alegando que faltan normas por las que regirse.
Sin embargo, los “papeles de Panamá” impulsan la idea del buen periodismo de investigación en contraposición con la práctica tan extendida en los medios tradicionales de luchar por ser el primero en dar una noticia que motiva, en muchos casos, la difusión de errores y prácticas desdeñables como la publicación de imágenes manipuladas o la emisión de noticias sin contrastar.
La publicación de los “papeles de Panamá” constata que los ciudadanos empiezan a perder el interés y la confianza en los medios tradicionales y, en gran medida, en los profesionales que no se plantean cambios en este nuevo ecosistema informativo.
Referencias
-ICIJ.
https://panamapapers.icij.org/
Fusion. How a global team of hundreds of reporters unveiled the massive Panama Papers leak. 04-04-2016.
http://fusion.net/story/287628/panama-papers-ihub-icij-facebook/
El Mundo. Miles de manifestantes piden la dimisión del primer ministro islandés por los ‘papeles de Panamá’. 05-04-2016.
http://www.elmundo.es/internacional/2016/04/04/57029cbce2704e2f248b45ee.html
The Independent. Resign Cameron’ protests: Thousands to gather at Downing Street to ask Prime Minister to step down. 09-04-2016.
http://www.independent.co.uk/news/uk/politics/resign-cameron-protests-thousands-to-gather-at-downing-street-to-ask-prime-minister-to-step-down-a6976036.html
CBC News. Britons tweet #ResignCameron after Panama Papers admission. 08-04-2013.
http://www.cbc.ca/news/trending/resign-cameron-panama-papers-1.3526603
Challenges. Panama Papers : la communication étrange du patron de la Société Générale. 12-04-2016.
http://www.challenges.fr/challenges-soir/20160411.CHA7670/panama-papers-la-communication-floue-du-patron-de-la-societe-generale.html
France TV. “Panama Papers” : la Société Générale pointée du doigt. 06/04/2016. http://www.francetvinfo.fr/internet/reseaux-sociaux/twitter/panama-papers-la-societe-generale-pointee-du-doigt_1392589.html
Google Trends.
https://www.google.com/trends/explore#q=panama
Le Monde. « Panama papers » : l’influent quotidien argentin « La Nacion » dans la tourmente.14-04-2016.
http://www.lemonde.fr/panama-papers/article/2016/04/14/panama-papers-l-influent-quotidien-argentin-la-nacion-dans-la-tourmente_4902133_4890278.html