Diseño de subtítulos: sí, pero no

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La universalidad del acceso a contenidos y el diseño inclusivo están fuertemente regulados por normativas europeas, nacionales y locales. Estas leyes inciden en la necesidad de diseñar subtítulos para personas mayores y/o con discapacidad auditiva para favorecer su acceso a contenidos audiovisuales.

¿El cumplimiento de estas normativas cubre las necesidades de estos colectivos? ¿Son válidas para otros ciudadanos? ¿Cómo podemos mejorar el diseño de subtítulos?

Accesibilidad universal y diseño para todas las personas.

Una de cada seis personas en Europa padece pérdida de audición. Este problema se incrementará en los años venideros a medida que la población envejezca.

La televisión pública holandesa comprobó en un estudio de 2003 que más del triple de la población que tiene diagnosticada pérdida de audición utiliza sus servicios de subtitulado.

Además de las personas con discapacidad auditiva y mayores, otros colectivos se benefician de contenidos subtitulados en todos los soportes y medios. Los subtítulos me ponen porque:

  • Benefician a personas con pérdida de audición.
  • Prestan ayuda a personas mayores.
  • Mejoran el nivel de lectura de los más pequeños de la casa.
  • Permiten acceder al lenguaje hablado a niños y niñas con pérdida de audición.
  • Mejoran la comprensión para estudiantes de idiomas.
  • Fomentan el acceso a contenidos a espectadores de otras lenguas.
  • Eliminan barreras sociales.

Marchando una de normativa

La norma europea UNE 153.010 establece unos requisitos mínimos de calidad y de homogeneidad para los subtítulos dirigidos a personas sordas y personas con discapacidad auditiva.

En España, el Real Decreto 1494/2007 establece que « los contenidos audiovisuales de la televisión serán accesibles a las personas con discapacidad mediante la incorporación de la subtitulación, la audiodescripción y la interpretación en lengua de signos»

Las teles y sitios web de las principales cadenas públicas europeas cumplen con la ley. Sin embargo, en general, no invierten en criterios de usabilidad o diseño más allá de las recomendaciones técnicas de la normativa EBU N19.

¿Diseño para las personas?

El Plan Nacional de Accesibilidad 2004-2012 pone de relieve que el uso que las personas con discapacidad hacen de las tecnologías relacionadas con la comunicación es superior al de la media española.

Además, en un mercado común europeo con una ingente producción audiovisual en más de 24 lenguas y unas telecomunicaciones excelentes, se hace necesario invertir en subtitulado.

Todavía existen muchos prejuicios infundados a la inversión en subtítulos. El costo de implementación es , generalmente, menor del 1% de la producción y con el software adecuado es un trabajo mucho más rápido y sencillo que a principios de siglo.

Sin embargo, pese a la normativa, los medios y la inversión,  el diseño de subtítulos de los medios audiovisuales e interactivos europeos está muy lejos todavía de la excelencia.

El ejemplo de la tele pública francesa es bastante claro: ayudas visuales que cumplen con la normativa pero que no ayudan a las personas. Los subtítulos son pequeños, testimoniales y aparecen rodeados de ruido informativo que entorpece su lectura.

Subtítulo chiquitín para ciudadanos con supervisión en la tele pública francesa.

Pas du tout ! Subtítulo chiquitín para ciudadanos con supervisión en la tele pública francesa.

El servicio de subtitulación de TVE está formado por periodistas y lingüistas que se ocupan de la corrección ortográfica y gramatical de los subtítulos así como de labores de documentación.

Con el equipo también colabora un especialista en la lengua de signos. Es un equipo profesional y competente pero sería mucho más eficiente con la ayuda de profesionales de la usabilidad y la experiencia de usuario.

Ni de coña. Subtitulado de la tele pública española: sin contraste con el contenido, variando de posición constantemente y con un tamaño simbólico.

Subtitulado de la tele pública española: sin contraste con el contenido, variando de posición para evitar los rótulos y con un tamaño simbólico.

Los seres humanos con nariz asimilamos la palabra hablada mucho más rápido que la escrita. El contenido de un subtítulo no suele ser, por tanto, una transcripción literal del diálogo hablado.

Como norma general, se suele evitar que los subtítulos interfieran con el vídeo y se les trata como elementos de segundo nivel de importancia.

Aspectos como el color, el estilo y otras propiedades del texto se escogen en coherencia con este concepto y se intenta que no sean demasiado intrusivos para distraer la atención del espectador del material de video.

Es importante entender la distinta naturaleza del público para el diseño del subtitulado. Por ejemplo, los subtítulos para contenidos infantiles, permanecen en pantalla más tiempo que los de una audiencia adulta.

Subtitulado de la tele pública británica. Claramente, buenas prácticas y preocupación por las personas más allá de la normativa.

Subtitulado de la tele pública británica. Claramente, buenas prácticas y preocupación por las personas más allá de la normativa.

Los países del norte de Europa (Holanda es un buen ejemplo) y el Reino Unido (con un excelente servicio de subtitulado) son los ejemplos más sobresalientes en las buenas prácticas de diseño centrado en la experiencia de usuario.

Es habitual que en Alemania los contenidos audiovisuales cuenten con dos pistas de subtítulos; una que podríamos llamar «tradicional» y la otra con información adicional para personas con déficit auditivo.

Tamaño de los caracteres y tipografía

  • Debe respetarse la zona de escritura segura para texto.
  • La fuente empleada no debe distorsionarse.
  • El tamaño de los caracteres se calcula en función del tamaño de la pantalla y la distancia del espectador.
  • Se suele recomendar el uso de Tiresias ScreenFont, aunque no está libre de críticas por parte de la comunidad tipográfica internacional.
Tiresias Screenfont diseñada por Chris Sharville y  John Gill

Tiresias Screenfont diseñada por Chris Sharville y John Gill

Número de líneas y posición.

  • Evitaremos más de tres líneas de texto.
  • Cada línea debe contener un máximo de 32 caracteres. El tamaño de pantalla suele marcar este valor.
  • Se sitúan en la parte inferior de la pantalla.

Colores.

  • La elección de un color como medio único de transmisión de información es una mala práctica de accesibilidad ya que la información podría no ser percibida por usuarios con deficiencias en la percepción del color.
  • Como norma, se suelen usar colores para diferenciar un personaje de otro. Habitualmente estos colores son: Blanco, amarillo, cian y verde.
  • El contraste y el brillo empleado en los colores son dos aspectos relevantes a la hora de diseñar subtítulos que ofrezcan una buena experiencia de usuario.
  • Se debe utilizar una gama de colores con un índice de saturación inferior al 85%.
  • Se busca el contraste de las letras y los elementos gráficos con el fondo.

En resumen,  además de los criterios ortográficos y gramaticales o la información contextual es importante contar con unas normas básicas de diseño para mejorar la experiencia de usuario.

Referencias: