Desde As Figueiras tomamos pista que asciende por un bosque maderero hasta llegar a la línea de molinos de viento que seguimos a nuestra izquierda.
Esta cumbre no tiene ningún interés montañero si exceptuamos que es el punto más alto de A Coruña.
La cumbre está muy degradada: una torre de vigilancia, antenas, molinos de viento y pastos para las vacas junto a una explotación maderera.
El acceso muy embarrado se salva al volver a tomar la pista principal por una zona de helechos.