La ruta no tiene ninguna dificultad. Hay un tramo muy bien acondicionado y otro en el que se debe correr por el carril bici pero apenas hay tráfico. Apenas hay bicis u otros corredores. De vez en cuando pasa alguna moto pero la ruta no reviste peligro.
El paseo acaba de forma abrupta con un muro cuando llevamos poco menos de 5 kilometros. Damos la vuelta y deshacemos lo corrido hasta el inicio.
Se echa de menos un poco de tierra o hierba ya que todo es asfalto. Aún así, la ruta es muy agradable.