Salimos de Narbonne bajando al Quai Victor Hugo y descendemos por la rampa junto al puente para correr paralelos al canal.
Siempre por el margen izquierdo progresamos por asfalto muy liso, más tarde por senda estrecha y al salir de la población corremos por una gravilla de suave pisada muy cómoda.
Salimos de la población dejando a nuestra derecha las vías del tren y progresamos junto al río por campos y viñas hasta que llegamos a la ecluse de Mandirac donde damos media vuelta.
El recorrido es siempre plano y sin dificultad técnica ni de orientación.
Es ciclable 100%.
A destacar los patos, cormoranes y nutrias que son muy numerosas y atrevidas una vez hemos dejado Narbonne detrás.