En moto desde Kampot atravesando los pueblos de la zona y paralelos al río tomamos la larga recta que nos acerca hasta la cueva.
A nuestra derecha hay un pequeño bar donde podemos dejar la moto. Cruzamos la carretera y accedemos a la cueva por su derecha.
Después de la gran sala inicial, hacia la izquierda encontramos una gatera que comunica con otra galería que, trepando nos vuelve a dejar en el exterior.
Bonitas formaciones.