Salimos desde el aparcamiento de las canteras. Desechamos la pista de asfalto y tomamos la pista que sale tras el letrero de rutas del parque natural.

La pista va ascendiendo, en algunos puntos muy rota hasta llegar a un bosque de hayas en el que nos internamos para ir ganando altura en pocos metros.

Al salir del bosque, ascendemos por una ladera desde la que ya divisamos el Gorbeia, una loma suave coronada por una alta torre.

Descendemos por el prado en el extremo opuesto y buscamos el barranco que discurre a la derecha de la senda que faldea la montaña y que desechamos.

Siempre por el curso del río, entre las dos montañas, nos internamos de nuevo en un hayedo por el que vamos descendiendo hasta encontrar pista que, bajando metros lentamente, nos deja en la carretera de asfalto y, a menos de dos kilómetros, en el punto de partida de la ruta.