Desde la ermita tomamos senda ancha, el llamado Camino del Rey hasta que divisamos el embalse. A partir de este punto, cruzamos una barrera que impide que pasen vehículos motorizados y encontramos una senda que nos deja en el agua.
Muy agradable. De buena mañana se ven conejos y zorros. Muchas aves acuáticas en el embalse.