La ruta asciende por el PR hasta llegar al collado bajo el Alt de la Creu. desde aquí desciende por senda hasta encontrar el camino equipado.
Flanqueando el Alt de la Creu damos la vuelta por pequeñas cornisas hasta encontrar la vía ferrata que en dos tramos verticales nos deja bajo la cruz central.
Desde aquí visitamos las otras dos cruces y descendemos por el PR hasta el collado y, desde aquí deshacemos la aproximación inicial siguiendo el sendero.
La ruta se inicia a unos ochocientos metros del PR donde hay sitio para aparcar. Comenzamos subiendo por hormigón hasta el área recreativa del Paratge de Sant Llorenç.
Desde aquí tomamos el PR que va subiendo por senda ancha de fácil pisada y que, en un par de kilómetros nos deja en el collado.
Seguimos recto hacia el barranco y empezamos a encontrar pequeñas flechas azules que nos guiarán en el itinerario.
Si se va en grupo, este es un buen sitio para equiparse ya que, junto al cable de vida no hay mucho espacio.
Descendemos y buscando la pared, encontramos el cable de vida que nos va a llevar a dar la vuelta al Alt de les Creus.
Tras unos cientos de metros de flaqueo hay un paso vertical y, de nuevo, flanqueamos en un sube y baja por una cornisa que, a veces es senda ancha (y el cable de vida se interrumpe) y a veces es un pequeño canto donde los pasos son más comprometidos y encontramos grapas y clavijas.
Tras un largo trayecto llegamos a la primera vertical, tras un breve flanqueo, la segunda vertical nos deja junto a la cruz.
Es una ruta ideal para iniciar a gente acostumbrada a la montaña a las vías ferratas. Es sencilla y obliga a usar de forma ágil el disipador. Tiene un par de pasos un poco más aventureros y las verticales no son excesivamente largas y sin apenas desplome.
Es una ruta larga. Conviene llevar suficiente agua porque si pega el sol, son varias horas de actividad.
2024-12-06T07-50-47Z